viernes, 31 de octubre de 2008

Militancia digitalizada

Comparto con ustedes tres ideas sobre el poder:

1) En muchos lugares de trabajo, donde la jefatura era ejercida por quien tuviera más experiencia en las tareas, cayó como un rayo la tecnología informática que convirtió en viejos decrépitos a los más antiguos y en genios de la nueva era a los más jóvenes.

2) Para poder vivir en una comunidad hace falta tener cierta confianza en quienes nos rodean. Aunque no sea para practicar un cooperativismo paradisíaco, es necesario poder asociarse, creer en la honestidad y sinceridad de quienes nos rodean. Es probable que esa fe en el prójimo esté muy debilitada porque está aumentando la cantidad de gente que confía más en algún dios y/o en una mascota. Ninguno de los dos son seres humanos.

3) En algunos países más que en otros, los movimientos populares participan con mayor energía facilitados por la democratización de la información. El correo electrónico y la telefonía móvil expanden más datos, ideas, intenciones, propuestas, resoluciones a nivel de sindicatos, grupos de interés y agentes opositores al gobierno de turno.

La química del poder está cambiando rápidamente en los lugares de trabajo, en las familias, en los movimientos sociales y eso influye sobre cada uno de nosotros.

El escenario en el que vivimos ahora es diferente al de hace apenas cinco años. Quienes entiendan las actuales reglas de juego y los nuevos códigos tendrán menos tropiezos y mejorarán su calidad de vida.

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jueves, 30 de octubre de 2008

«Amo al esclavo que se cree mi amo»

Es lindo ser de alguien y que nos cele, pero el pertenecer a alguien sólo es placentero bajo ciertas condiciones.

Es hermoso, excitante, fascinante y estimulante de nuestra autoestima cuando quien nos posee lo hace porque no puede prescindir de nosotros. Nos desea con tal intensidad que moriría si nos perdiera. Nos ama desde su instinto de conservación.

La relación dominante surge porque nuestras particularidades nos convierten en personas muy codiciadas, nuestras cualidades se vuelven esenciales para la supervivencia de quien nos ama posesivamente. Las restricciones a nuestra libertad impuestas por quien nos desea de tal forma, son la demostración inconfundible de que nuestro amo en realidad es esclavo de nuestro poder de seducción.

A veces nada de todo esto es así. Alguien nos cela, nos posee, nos controla, nos impone limitaciones a nuestra libertad porque es esclavo de su personal afán de dominio. Se ama a sí mismo y goza ejerciendo el poder por el poder mismo.

Cuando las cosas no salen bien —es decir, cuando el otro se apodera de nosotros no porque seamos una maravilla sino porque es adicto al poder—, estamos ante un diálogo de sordos. Uno cree que es amado en exceso porque posee la afortunada desgracia de generar pasiones descontroladas y el otro actúa como nuestro despótico amo porque simplemente le gusta adueñarse, sentirse poderoso.

Nota: El género de los personajes pueden ser todas las combinaciones posibles en una relación heterosexual u homosexual.

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miércoles, 29 de octubre de 2008

Los autos rojos son más veloces

Las personas en general suponemos que adherimos a una cierta ideología, creencia o religión luego de haber hecho las evaluaciones necesarias entre todas las opciones conocidas.

Alguien puede decir que es católico porque ésta es la única religión que reúne todas las condiciones de bondad, amor y respeto a Dios. Otro puede decir que luego de un cuidadoso análisis de las principales opciones (capitalismo, anarquía y socialismo), se convenció de que lo mejor para la humanidad es el socialismo porque contempla las diferentes capacidades de los individuos, evitando la injusticia distributiva.

Todo esto sucede a pesar de que nadie se recuerda a sí mismo buscando información sobre todas las ideologías, reuniendo datos, evaluando, discutiendo, consultando y finalmente decidiendo.

Cada vez que surge la ocasión, vemos a alguien defendiendo con pasión su religión, su cuadro de fútbol, su partido político. Despliega un surtido de fundamentos como si estos hubieran sido los que lo llevaron originariamente a abrazar esta opción.

Sin embargo nada de esto sucede realmente. Elegimos la idea, la religión, el partido político o la postura ideológica que sea porque es la que mejor justifica lo que queremos que suceda pues aquella instancia de estudio, evaluación y selección cuidadosa, nunca existió. En este tipo de elecciones sólo nos guía la búsqueda de placer... y es legítimo que sea así.

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martes, 28 de octubre de 2008

La depresión defensiva

Todo lo que se ha escrito sobre la depresión psicológica llenaría varias bibliotecas. Es un trastorno anímico que padecen muchas personas y que se supera o cura con un tratamiento psicoanalítico, medicación y/o tratamiento cognitivo-conductual (reaprendizaje).

Depresión es el nombre genérico de un conjunto de síntomas (síndrome) entre los que predominan el desgano y la mayoría de las veces también tristeza. (Observe que estoy haciendo un resumen muy apretado de lo que está escrito en miles de libros).

La palabra de-presión está indicando «ausencia (o disminución) de presión», lo que a su vez describe a algo que está desinflado, flojo, sin consistencia, blando.

En la hipótesis de que el fenómeno vida siempre tiende a perpetuarse y que para lograrlo apela a variados procedimientos, podríamos pensar que este estado depresivo puede ser una manera de prepararnos para resistir los golpes, los empujones, la agresividad.

La flexibilidad está presente en muchos seres vivos para resistir los cambios del entorno. Los árboles ceden al viento, las arterias son elásticas para resistir los cambios de presión arterial, nuestra psiquis está deprimida (desinflada, floja) cuando la mejor solución para convivir con la agresividad del medio consiste en dejarse llevar, ceder, aguantar.

Uno de los inconvenientes de la solución depresiva consiste en que los que la utilizan terminan siendo parásitos de quienes sí pueden competir con los demás en la trabajosa obtención de los recursos necesarios para subsistir.

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lunes, 27 de octubre de 2008

Glotón cinturón negro

Cuando sentimos miedo seguramente estamos en problemas. La única situación diferente que conozco es la del juego: alguien puede disfrutar mirando una película de horror o practicar un deporte extremo, pero en ambos casos a sabiendas de que todo está bajo control.

En las situaciones reales donde se despliegan fuertes montos de violencia participa una persona psíquicamente débil (quien aplica la violencia, el victimario) y una persona debilitada (la víctima).

Las experiencias reales donde sentimos miedo son traumáticas y por eso, una vez recuperados del shock inicial, comenzamos la construcción de precauciones para que eso no vuelva a suceder.

Como siempre sucede, las acciones tendrán móviles concientes e inconcientes.

Las concientes son por ejemplo: Evitamos personas, situaciones, lugares, horarios, agregamos seguridades a nuestra casa, nos capacitamos en algún tipo de defensa personal, contratamos guardaespaldas, etc.

Las inconcientes son bien distintas. La bulimia y el sobrepeso pueden ser una respuesta inconciente al miedo porque —sin saberlo— desplegamos una estrategia basada en la suposición de que teniendo un cuerpo más voluminoso seremos menos débiles y así evitaremos ser víctimas de la violencia. Esta fantasía se refuerza con la sabiduría popular de que la alimentación está en la base de nuestra fortaleza saludable. También es probable que nuestro inconciente recuerde cómo nuestra madre nos quitaba la angustia dándonos de mamar.

En suma: algunos casos de sobrepeso son una respuesta al miedo.

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domingo, 26 de octubre de 2008

Papá y mamá Andrea

La vida fue muy dura con Andrea.

Cuando tenía sólo 13 años, quedó encargada de cuidar a sus dos hermanos más chicos (varones de 12 y 11 años) porque la abuela, si bien dijo ante el gobierno que se haría cargo de ellos tres cuando murió la madre, en realidad sólo cumplía a cabalidad cobrando el dinero que recibía del estado.

Por razones genéticas, de tamaño físico y hasta culturales, Andrea tenía que ejercer el poder ante dos chicos más grandes que ellas y envalentonados por el machismo ambiental.

Ella tenía unas consignas muy efectivas para darse órdenes, alentarse y justificarse a sí misma. Se decía por ejemplo «Si no te gusta la sopa: ¡dos platos!»; «A caprichoso, caprichosa y media»; «El que pega primero, pega dos veces».

Sus estudios terminaron tempranamente aunque su ignorancia sobre lo que es vivir fue desapareciendo con rapidez.

Desarrolló la destreza de adivinar las intenciones de la gente con velocidad desesperada cuando la acusaron injustamente de robar en una frutería. Cuando trató de dormir esa noche con el corazón a mil latidos por minuto, se restregaba los pies pensando de dónde había salido su capacidad para decir cosas coherentes a tanta velocidad y con voz tan caudalosa.

Lo que ella no pudo hacer se lo impuso a sus hermanos: tenían que terminar los estudios y ponerse a trabajar cuanto antes. Lo que la naturaleza no le dio en cuanto a fuerza física y estatura, se lo dio en capacidad oratoria. Quienes habían padecido alguna de sus palizas verbales, no necesitaban después más que una mirada amenazante para comprender por telepatía cómo debían rectificarse.

Con ella siempre simpatizamos porque tenemos buena química y escribo esto al verla haciendo las tareas con nuestro hijo de dos meses en sus brazos, entrecerrando un ojo porque casi no se saca el cigarrillo de la boca y deteniéndose de vez en cuando para tomar un pequeño sorbo de aguardiente. ¡Es adorable!

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sábado, 25 de octubre de 2008

Vio-lenta ... pero rápida

En el artículo titulado Los hindúes no son indígenas comento la increíble historia de Gandhi y cómo su técnica de «resistencia pasiva» logró que la India dejara de ser una colonia británica.

Creo que podría aceptarse la idea de que la violencia siempre surge de la debilidad. ¿Qué es lo que tiene débil la persona violenta? La psiquis.

¿Cómo se manifiesta esa debilidad? Al igual que con la debilidad física, cualquier pequeña exigencia parece enorme. La debilidad psíquica produce impaciencia, intolerancia, irritabilidad o ansiedad desencadenando furia y violencia. Considere que un plato de sopa fría servido a quien padezca este tipo de debilidad, puede ser interpretado como un insulto imperdonable o como un ataque mortífero al honor.

Aún reconociendo que la violencia es siempre antipática y condenable, vale la pena detenerse un momento para evaluar que los violentos son personas débiles y muy vulnerables que necesitan ayuda a pesar de que sus víctimas son las que reclaman más urgente atención.

El sentido común (torpe por naturaleza) nos sugiere que a los violentos los castiguemos con privación de libertad, humillaciones, golpizas y otras técnicas terapéuticas medievales.

Para llegar a este estado de cosas habremos de constatar que las personas que solicitan de las autoridades estos métodos de administración de justicia, TAMBIÉN SON DÉBILES y por eso tratan de aplicar la violencia para evitar la violencia, gracias a lo cual seguiremos teniendo el problema sin encontrarle solución.

En un escenario que por ahora es de ficción, para cuando se produce un hecho violento deberíamos tener dos equipos de salud: uno para la víctima y otro para el victimario.

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viernes, 24 de octubre de 2008

¿Cuánto pesa Urano?

En el artículo de ayer titulado En otoño los árboles tienen calvicie menciono lo que sucede con nuestro funcionamiento mental condicionado por el inconciente. Nuestro pensamiento y nuestra comunicación con los demás incluyen metáforas (Fulano cumple veinte «primaveras») y metonimias (Posee más de mil «cabezas de ganado»).

Estas dos funciones nos llevan a realizar y pensar cosas que están muy vinculadas entre sí pero que parecen ser independientes.

Me explico:

1) Alguien puede estudiar arquitectura y luego dedicarse febrilmente a construir edificios porque lo que su espíritu quiere en realidad es tener muchos hijos. En este caso «construir edificios» es una metáfora de «tener hijos».

2) Alguien puede caer en un pozo depresivo cuando pierde un examen porque se convence de que «no sirve para nada» al generalizar —erróneamente— el fracaso. Esto es una metonimia así como más arriba entendíamos que por «cabeza de ganado» debe entenderse vaca, novillo, ternero.

Estas características de nuestro funcionamiento son desconocidas por una mayoría. Sabemos más del sistema planetario que de nosotros mismos.

El psicoanálisis explica cómo funciona el ser humano para que pueda aprovechar mejor los fugaces 100 años que tiene para vivir.

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jueves, 23 de octubre de 2008

En otoño los árboles tienen calvicie

Una destreza que tenemos que desarrollar los psicoanalistas es la de pensar con una lógica propia del inconciente, evitando —en lo posible— el razonamiento. El psicoanálisis está muy cerca de la poesía.

Las dos grandes funciones que se procesan en el inconciente son el desplazamiento de sentido (por el que “primavera” es tanto una estación del año como un rejuvenecimiento, como el comienzo de las alergias, como mi prima que se llama Vera y como infinitas cosas más) y las condensaciones (por las que un simple cabello puede estar representando a una persona completa [la rubia], puede representar la idea y el sentimiento de haberse salvado por casualidad [cuando se dice «se salvó por un pelo»], puede condensar la prueba de una traición amorosa [un cabello de la amante es descubierto en la solapa del saco de él] e infinitas cosas más).

Para poder entender cómo funciona el inconciente de nuestro paciente, recurrimos al uso de dos figuras propias de nuestra forma de hablar.

Efectivamente el «desplazamiento de sentido» corresponde a la metáfora mientras que la condensación corresponde a la metonimia.

Una sesión puede durar apenas cinco minutos y provocar un antes y un después en la vida del consultante.

Si el analista tiene una intervención oportuna cuando el paciente dice —como al descuido— «En primavera se me cae mucho el cabello», perfectamente puede comenzar una curación radical de una alergia asociada a calvicie precoz.

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miércoles, 22 de octubre de 2008

Los hindúes no son indígenas

Los politólogos dicen que la humanidad avanza hacia una multipolaridad. Hasta 1989 tuvimos una bipolaridad (Estados Unidos - URSS) y ahora está surgiendo el B.R.I.C. (Brasil, Rusia, India y China).

Estos cuatro países se perfilan como los próximos líderes mundiales porque ya están dando muestras de un fantástico crecimiento de sus producciones, además de contar con extensos territorios y grandes poblaciones.

Me interesa ahora la única vocal de la sigla: India era una colonia inglesa que obtuvo su independencia después de una larga lucha que en gran medida fue liderada por Gandhi (1869-1948).

Diría que este pensador era una especie de «agresivo no violento» porque dialogó, resistió, dio conferencias, negoció, persuadió, pero nunca propuso el uso de la fuerza bestial que confieren las armas.

Como héroe nacional de su país, quizá muchos quieran imitarlo aunque esto sería un error porque todo lo que hizo era adecuado a su época y a sus circunstancias. Sin embargo no está de más rescatar la idea de que la paciencia no significa inactividad, que la tolerancia no significa debilidad y que la agresividad no necesita la violencia.

Por el contrario, es necesario tener mucha energía para contener la impaciencia, se requiere mucha fuerza de espíritu para tolerar lo que nos desagrada y no está en el mediocre sentido común que la violencia es simplemente la forma más barata y torpe de desplegar la agresividad que defiende nuestra vida y la de la especie.

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martes, 21 de octubre de 2008

¡Qué exagerados!

«Lo malo es algo bueno pero exagerado».

Al decir «exagerado» estoy diciendo «demasiado mucho» y también «demasiado poco».

Este fin de semana participé en una mesa redonda vía Messenger y las ponencias apuntaban a resaltar el maravilloso amor maternal. El tema surgió porque dos participantes estaban en Argentina donde se festejaba «El Día de la Madre».

Después de darle muchas vueltas al asunto, comenzaron a surgir algunos aspectos oscuros de este personaje tan importante en nuestras vidas. De hecho, algunas participantes son mamás.

¿Cuándo una madre pasa de ser buena a ser mala?

Una respuesta sencilla y de fácil lectura es: «Cuando es exageradamente protectora»; «Cuando duda exageradamente de que su niño/a ya es capaz de pensar por sí mismo/a»; «Cuando está convencida que el amor obsesivo es el mejor».

Es un defecto mental muy generalizado el hacer la siguiente cuenta: Si a una condición humana positiva (por ejemplo la capacidad de amar) la desarrollo ilimitadamente, seré una persona buenísima, todos me amarán y seré feliz.

Pues no es así, porque lo malo aparece cuando hay exageraciones (en más o en menos). En el ejemplo, quien ama demasiado se convierte en asfixiante, impide el crecimiento, esclaviza. Las consecuencias podrían parecerse al desamor (es decir, cuando el amor es exageradamente escaso).

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lunes, 20 de octubre de 2008

La culpa nos organiza

¿Por qué a mí? se pregunta una y otra vez el enfermo de cáncer. ¿Por qué no a mí? se preguntaban una y otra vez los que se salvaron de morir en el Holocausto.

Detrás de ambas interrogantes está «la culpa». En el primer caso, la angustia ante la enfermedad inspira suponer que se trata de un castigo, mientras que en el segundo caso el horror vivido en los campos de exterminio dejó en muchos la sensación de que cometieron alguna omisión con los que sí perecieron y que eso merecía el castigo de la propia muerte.

Estas terribles fantasías de culpa son organizadoras de un pensamiento que, sin ellas, podría terminar en locura.

La locura es una solución deseada pero extrema. La aparición de la culpa viene a interceptar nuestro impulso a tomar medidas desproporcionadas.

¿Y porqué una vivencia de muerte nos perturba tanto?

Según creo es un síndrome de privación. Si algo (un pronóstico, una tragedia terminal) nos interrumpe el consumo de negación de nuestra propia muerte, nos descompensamos, huímos hacia la locura, ésta nos asusta y apelamos a las fantasías de culpa que nos organiza el pensamiento como para que pueda procesar tanta angustia.

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domingo, 19 de octubre de 2008

¿Mi mamá me ama?

Paciente: Aníbal – 19 años. Estudia. Vive con sus padres y hermana.

Analizante — Creo que me estoy enamorando de Cecilia. Menos me mira, más me gusta. ¿Será masoquismo mi enfermedad?

Mi hermana recibía llamadas telefónicas de un hombre grande todas las noches que le decía que dejara de provocarlo colgando su ropa interior en la ventana.

Parece que estaba loco pero el hecho es que un día que llamó, ella puso a funcionar el altavoz del teléfono y lo oímos todo.

Por momentos yo pensé que quizá la loca era ella y que verdaderamente colgaba su ropa interior en la ventana, pero después pude comprobar que no era cierto.

Era un hombre casado que parece que tenía antecedentes como paranoico y se le ocurrían cosas y no había nadie que pudiera convencerlo de que eran imaginaciones suyas.

Por fin se ve que se lo llevaron o se curó porque dejó de llamar.

Tengo muchas ganas de llamarla por teléfono a Cecilia y decirle todo lo que la quiero pero sin decirle quién soy yo.

Cada vez que nos cruzamos en el lobby del edificio, ella me enloquece con su perfume a jabón de baño. Todos los días se va a trabajar con el pelo mojado y un sweater que le marca los senos preciosos y me desespero.

Me imagino casándome con ella, tener muchos hijos y cuando la imagino dándole de mamar a nuestros hijos, el cuadro me enternece hasta que se me caen las lágrimas.

Estoy seguro que si algún día yo juntara el coraje suficiente para decirle cuánto la quiero ella me miraría con desprecio y ni se dignaría a contestarme. Es demasiado mujer para mí. Tiene un año menos que yo pero es de una hermosura de otro planeta.

Me vienen ganas de llorar cada vez que empiezo a ensayar cómo le diría: «Cecilia, quiero hablar contigo...» ............ me pongo a imaginar cómo continuar, y no, no puedo, no puedo.

Sé que no me animaría.

Analista — Tu mamá se llama Ana María. Estás diciendo “no me Ani-María” con la de las mamas hermosas. Cecilia no es tu mamá. Quizá no te rechace.

Analizante — ………………………………

Analista — Nos vemos el jueves.

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sábado, 18 de octubre de 2008

Los inmortales aburren

Hace unos día publiqué un artículo titulado La apasionante historia ... de cada uno donde termino diciendo que el fatídico aburrimiento que corremos el riesgo de contraer, surge fundamentalmente porque preferimos olvidar que nuestro cuerpo lo recibimos en préstamo, con una cierta fecha de vencimiento, desconocida pero existente.

Otra característica de lo eterno e inmortal es su carácter no biológico y predominantemente mineral. Lo que no muere tampoco tiene vida, es rígido, inerte. La fijedad, lo incambiable, lo inmutable es una característica de lo desvitalizado.

Ayer decía en el artículo titulado Secreto de familia, que ningún compañero de vida podrá darnos la sensación de completud porque ésta es imposible y que por lo tanto, sentir la consiguiente angustia existencial y echarle la culpa al cónyuge es un error. Él o ella, no tienen la culpa. Las separaciones por este motivo son gratuitas, innecesaria, erróneas. Nadie podrá darnos la sensación de completud.

Es cierto que las rupturas vinculares (divorcio, separación, distanciamiento) pueden generar renovadas esperanzas que alegren la vida cuando está muy descolorida, pero también corresponde pensar en el otro factor mencionado más arriba.

Efectivamente, quienes no admiten su propia muerte y se creen inmortales, están propensos a aburrirse, de sí mismos, de los demás y de cualquier situación o cosa.

Mejor dicho, no es que los inmortales se aburran con lo demás sino que son aburridos porque para poseer tan maravillosa condición (la inmortalidad) deben ser minerales, rígidos, inmutables, inertes, repetitivos.

Resumo: Habría menos divorcios si pudiéramos aceptar que la angustia existencial no la resuelve nadie y que suponerse inmortal es aburridor.

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viernes, 17 de octubre de 2008

Secreto de familia

El psicoanálisis habla de lo que no se habla pero para que el secreto se mantenga, la mayoría se pone de acuerdo en que lo que dice el psicoanálisis es falso o inútil.

El psicoanálisis dice que el amor verdadero nunca se alcanza. Que es un objetivo imposible pero que igualmente lo buscamos.

El amor es la ilusión de que con alguien (cónyuge, amante, partenaire, candidato) dejaremos de padecer esa molesta sensación de que nos falta algo que no sabemos bien qué es. Queremos a quien podría cumplir ese deseo pero sobre todo lo amamos porque suponemos que con él (o ella) podremos construir ese poquito que nos falta para ser definitivamente felices para siempre.

El amor es esperanza, es espectativa, es una promesa que nos hacemos a nosotros mismos.

De modo similar a como los religiosos a veces dudan sobre la existencia de Dios, el secreto familiar consiste en que ambos integrantes de la pareja sienten que el otro podría no ser el más adecuado, pero no se lo dicen para no estropear algo que, si bien no es perfecto, es mucho mejor que nada.

El vínculo rutinario y esperar un mañana no se sabe bien para qué, están alentados por la esperanza. Algún día —quizá hoy mismo ¿por qué no?— suceda el milagro de perder para siempre esta mortificante angustia existencial.

Por todo lo dicho, es una esperanza sin sentido suponer que algún día nos sentiremos completos con alguien o con algo. Sin embargo, como el ser humano no funciona bien en la soledad, quizá tampoco tenga sentido cambiar de pareja porque no logra hacernos sentir completos pues ninguna lo logrará.

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jueves, 16 de octubre de 2008

¿De quién es este precioso cuerpo?

La masturbación es un acto sexual por el cual alguien puede provocarse a sí mismo una excitación tan intensa que culmine en orgasmo.

Como cualquier acción que produce placer, es una práctica que ha recibido críticas muy negativas, sin descartar los castigos físicos y psicológicos.

Aunque ya está claro que el autoerotismo no tiene ninguna contraindicación, es probable que sea una práctica sexual con menos riqueza sensorial y emotiva que el coito o la fellatio.

La interacción con otra persona expande muchísimo las posibilidades de gratificación física e imaginaria. Una de las sensaciones imaginarias más espectaculares (que a veces se concreta) es la de estar disfrutando y procreando a la vez.

Lamentablemente las mejores oportunidades de gozar a dúo se ven frustradas por un error ampliamente difundido y que empobrece estas experiencias de una manera muy poco evidente: Si yo tengo la convicción de que mi esposa es mía, en lo más íntimo de mi ser también pienso que su cuerpo es mío y por tanto ese coito no es más que una pobre masturbación.

Para que dejara de serlo, para que pudiera disfrutar nuestras relaciones sexuales al máximo, yo debería entender cabalmente que ella es otro individuo, diferente de mí y que no es mía sino absolutamente suya.

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miércoles, 15 de octubre de 2008

La apasionante historia...de cada uno

En el artículo titulado Banco Planeta supongo que la Tierra cuenta con una imaginaria batería de cajas (como las que hay en los bancos para entregar y recibir dinero) desde las que somos llamados para devolver los materiales (que conforman nuestro cuerpo) que recibimos en préstamo a partir del día que fuimos concebidos por nuestros padres.

La representación gráfica de esta suposición también permite pensar que cada una de ellas está especializada en recibir la devolución de diferentes maneras: enfermedad, accidente, suicidio, homicidio, muerte natural.

Lo que mejor recuerdo de la genial historia escrita por Milan Kundera es su título: La insoportable levedad del ser.

Una vez entendida la frase La insoportable levedad (ligereza, futilidad, trivialidad, liviandad, frivolidad, insignificancia, intrascendencia, nimiedad) del ser, es muy difícil padecer la tortura del aburrimiento o justificar la indolencia de las postergaciones, porque éstas sólo son compatibles con los que se creen dueños de lo que recibieron en préstamo.

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martes, 14 de octubre de 2008

Amor facturado

Varias veces he mencionado últimamente el hecho de que si no fuéramos amados, moriríamos al poco tiempo de nacer.

Nuestros padres nos concibieron obligados por el impuso sexual y luego nos protegieron obligados por el instinto maternal. Estos hechos son los que generan nuestra sensación de que somos amados.

Pero aún cuando empezamos a valernos por nosotros mismos, nunca podemos vivir sin el amor de los demás.

Es importante entender que este amor nos impone obligaciones. No es un amor desinteresado. El amor que recibimos de los demás es imprescindible pero no es gratis.

Una forma de pagarlo es haciendo lo que nos ordenan, entregando lo que nos piden, pensando como nos indican, dando satisfacción a los deseos de los demás.

Cuando observamos que alguien hace algo que no le conviene (por ejemplo, no casándose para cuidar a sus padres, renunciando a un ascenso para no perjudicar a un compañero, operándose los senos para que luzcan a la moda, y mil etcéteras más), no debemos pensar que es masoquista o tonto/a, sino que, como a todo el mundo, le conviene más satisfacer el deseo de quienes dejarían de quererlo/a si no los satisfacen como pretenden.

La dificultad en comprender este aparente auto-sabotaje obedece a que esos “cobros” que le imponen sus seres queridos, están exigidos desde el inconciente del propio “mártir” (en leguaje técnico: en la parte inconciente del superyó).

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lunes, 13 de octubre de 2008

Banco Planeta

— Recibí un aviso de vencimiento. Dónde devuelvo lo que me prestaron.
— De alguna de esas ventanilla lo llamarán por su nombre.


Este diálogo puede pertenecer a una de las tantas metáforas que teatralizan el acto de morir: Devolverle al planeta los materiales (que componen nuestro cuerpo) que nos prestó por 80, 90 ó más de 100 años.

Del mismo modo en que los contadores son profesionales que conocen trucos para lograr abaratamientos de costos, postergaciones en el cumplimiento de ciertos compromisos y evasiones impositivas legítimas, los médicos son profesionales que conocen trucos para postergar la devolución de estos materiales (nuestro cuerpo) al planeta, sin que por ello debamos disminuir nuestra calidad de vida.

Los psicoanalistas son profesionales que conocen trucos para lograr que no tropecemos dos veces en la misma piedra (algo muy característico en nuestra especie, pero evitable), así como también ayudan para no perder el tiempo en fantasía que supongan una posible no devolución del préstamo (léase: inmortalidad).

La vida es un fenómeno químico que nos mantiene activos provocándonos molestias que nos obligan a movernos en busca de un alivio (hambre, frío, etc.). Al igual que ciertos empresarios logran extraer de sus empresas el máximo beneficio optimizando el rendimiento de todos sus recursos, también es posible optimizar la mejor combinación molestias-búsqueda de alivio.

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domingo, 12 de octubre de 2008

Un día de suerte

El cumpleaños número 46 de mi mejor amigo fue un día de suerte.

Se festejó en una casa de campo ubicada a 30 quilómetros de la capital y el día estuvo espléndido.

Como a las 11 de la mañana llegó un autito coreano manejado por una mujer de lentes y pelo lacio negro.

Cuando se bajó cerró la puerta con parte de su vestido adentro, por lo que tuvo que volver a abrirlo, miró la marca de barro que le dejó en el ruedo, pateó con furia en el suelo y cerró con violencia para que la puerta inoportuna escarmentara.

Sin parar de gesticular furiosa, se dirigió a mi amigo para saludarlo o para insultarlo y cuando pasó al lado mío me encapsuló en su perfume.

Cuando terminó de saludarlo, me acerqué a ella y tomándola del brazo, le dije al oído: «Me gustás toda».

Ella tironeó para soltarse y la seguí hasta que intentó saludar a la esposa de mi amigo. Aproveché la preparación de sus labios para ser yo quien le diera un beso de sicópata descompensado.

Me miró a los ojos y le dije: «Vení».

Quizá me acompañó para no tener un segundo problema en la mañana y le dije: «Me gustás toda, sé que sos la mujer de mi vida y también sé que nadie podrá ofrecerte lo mismo que yo puedo darte».

Como sus pestañas bajaron levemente, entendí que esa era una rotunda aceptación y la invité a que fuéramos a mi camioneta. Hicimos el amor como dos venusinos alcoholizados. Llamé al móvil de mi amigo para decirle que nos íbamos con ella para terminar de arreglar unos asuntos personales.

En el viaje a la capital ella fue preguntándome cuáles eran algunos datos míos y ante cada respuesta me informaba los suyos.

Cuando llegamos a mi apartamento entró con actitud de copropietaria, hicimos el amor nuevamente como si volviéramos de una cruel abstinencia y hoy cumplimos 11 meses con inauguraciones diarias de zonas erógenas desconocidas.

Insisto: aquel fue un día de suerte.

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sábado, 11 de octubre de 2008

¿Cómo les fue hoy?

Todas las noches, antes de encender el televisor que me hará dormir en pocos minutos, comienzo un breve inventario de todo lo que me pasó durante el día.

Por ejemplo, anduve más de una hora caminando sin que nadie me amenazara con una cuchillo para pedirme el dinero y el celular.

Abandoné el auto estacionado en varios lugares y siempre que retorné a él, estaba ahí. Más aún: no fue agredido ni por vándalos con pintura en aerosol ni por conductores que no saben estacionar.

Dejé un mensaje en una contestadora automática y el titular del servicio, no solamente lo escuchó sino que además me contestó.

No encontré ninguna manifestación de sindicales que cortara mi paso ni paros sorpresivos que me impidieran hacer algún trámite.

Llamé por teléfono a mi madre para saludarla y no se quejó de ninguna trivialidad, no criticó a ningún familiar ni me encargó que le hiciera el favor de....

Un paciente me llamó hoy para avisarme que mañana no podrá concurrir a su cita, pero lo increíble fue que otro me pagó los honorarios sin entregarme billetes sólo adecuados para la compra en efectivo de un inmueble.

A veces pensamos que la filosofía es una pérdida de tiempo a la que se dedican quienes no tienen otra cosa mejor que hacer, pero observen esto: Si yo no contabilizo las pocas cosas buenas que me puedan pasar, mi vida se convertiría en una pérdida tras otra y mañana no tendría ningunas ganas de empezar el día.

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viernes, 10 de octubre de 2008

«Compro enfermedad»

Cualquiera diría que una enfermedad es siempre un problema, una situación indeseable.

Este es un criterio propio del «sentido común», que como ya habrán visto, me genera muchas dudas. Más aún: siempre estoy tentado a dudar de su acierto.

Otra forma diferente de pensar «una enfermedad» es suponer que se trata de una solución costosa. Es decir que lo que molesta y duele de una enfermedad es su costo (en dolores, limitaciones, secuelas). Lo novedoso es pensar la enfermedad como una solución.

Algunas son muy fáciles de identificar por lo ingenuas: los niños suelen «enfermarse» para no ir a la escuela (porque no hicieron la tarea domiciliaria, porque se pelearon con un compañerito).

Los adultos detectamos fácilmente estas reacciones psicosomáticas porque «ya pasamos por esa etapa» y tenemos experiencia en «hacernos los enfermos».

El asunto se complica más con los adultos porque quien nos evalúa es otro adulto y la posibilidad de ser «descubiertos» es menor o nula.

Hay quienes afirman que TODAS las enfermedades son psicosomáticas. Incluso el cáncer.

Una enfermedad puede instalarse como (costosa) solución por motivos que escapan a la lógica racional. Alguien afiliado a un sanatorio muy confortable puede estar procurándose unas vacaciones; alguien que se siente poco querido, puede llamar la atención con una fractura; un recuerdo cruel e inolvidable puede ser representado por un apéndice inflamado que deberá ser extirpado mediante cirugía (con la inconciente esperanza de que también será extirpado el recuerdo cruel).

Los profesionales de la salud suelen fracasar porque el paciente no abandonará su enfermedad (solución) hasta que no cuente con otra solución adecuada (sin importar lo costosa que sea).

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jueves, 9 de octubre de 2008

Leudar en cuarto creciente

Si les cuento que me enamoré de mi esposa por cómo cocina la pizza, quizá supongan que soy un burdo primate. Bueno, sí, quizá tengan razón, pero al menos soy un burdo primate sincero, porque sé que andan otros por ahí con sensibilidad estomacal igual que yo pero que se hacen los románticos, inteligentes y espirituales.

El hecho es que mi esposa fue la primera en casarse y que el resto de las amigas del colegio estaban seguras de que ella poseía alguna fórmula secreta para lograr este milagro: gustar de un chico, que éste no sea gay, que trabaje y que se quiera casar.

Efectivamente existe una fórmula secreta que heredó de su mamá. Para que la pizza sea deliciosa hay que tener en cuenta una cierta combinación de especias en la salsa de tomate y LAS FASES LUNARES!!!

¿Porqué toda esta historia personal? Porque también se heredan las particularidades psicosomáticas.

Por ejemplo, según pudimos saber con un paciente, su pasión por la lectura y los calambres nocturnos eran propios de su papá. La medicina no pudo ir más allá de las hipótesis genéticas y con eso lo dejó sin solución porque los calambres eran una herencia maldita que no podía solucionarse. Lo consideran tan hereditario e irreversible como el color de la piel o la estatura.

Conmigo tuvo más suerte porque llegamos a la conclusión de que, así como la receta de la pizza le había servido a mi esposa para resolver un problema (la soltería), estos calambres nocturnos también eran una solución para una conflictiva sexual. El padre lo resolvía mediante los calambres y (sin saberlo) el hijo le copió el síntoma (la receta) para obtener el mismo beneficio.

Como suele suceder cuando se enuncia la causa de un síntoma de origen psicológico-inconciente, paulatinamente fueron espaciándose cada vez más los calambres hasta que desaparecieron.

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miércoles, 8 de octubre de 2008

Todo gobernante es un ser humano

Las personas cuya fuente de ingresos consiste en gobernar, destinan parte de su energía a facilitarse la tarea.

La forma más barata de gobernar es por medio de la fuerza, el terror, el despotismo, la coacción. Es decir que los gobiernos tiránicos son gobiernos que apelan a las herramientas más rudimentarias para gobernar.

La clave para poder utilizar este procedimiento está en disminuir la libertad de los gobernados hasta la mínima expresión. Cuanta menos libertad tienen los ciudadanos, más fácil es gobernarlos. Por ejemplo, si en lugar de sancionar las transgresiones mediante un juicio justo y una pena proporcionada al delito, se recurre al juicio sumario y a castigos desproporcionados con el delito, es probable que los ciudadanos repriman cualquier actitud que pudiera contrariar el deseo del tirano.

Los estilos de gobierno que autorizan la libertad de sus gobernados, tienen que hacer grandes esfuerzos por convencer, por seducir, por distraer, por manipular la opinión pública con mucha sutileza, con gran ingenio, disimulando la infaltable intención que tienen todos los gobernantes que es: gobernar con el mínimo esfuerzo durante el mayor tiempo posible y obteniendo el salario más alto posible.

Esta última aseveración se deduce de un axioma: «Todo gobernante es un ser humano».

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martes, 7 de octubre de 2008

Receta para amar

Amar es lo que usted entienda que es aunque estamos más o menos de acuerdo en que se trata de un sentimiento que tiende a unir a las personas.

Todo empieza por lo que uno siente en actitud pasiva. En otras palabras: amar para mí es lo que yo siento cuando alguien me hace sentir seguro.

La clave es el sentimiento de seguridad. Las raíces de este sentimiento llegan hasta aquel momento en el cual éramos absolutamente vulnerables, cuando salimos de un útero donde la preocupación por existir aún no había comenzado.

Por el cordón ubilical recibimos alimentos y oxígeno; flotamos en un líquido que nos exonera casi totalmente de la ley de gravedad y recibimos los estímulos sensoriales muy atenuados (visuales, acústicos, etc.)

Cuando nacemos estalla el malestar. Nos tenemos que encargar de respirar, nos duele el hambre, por los cinco sentidos nos entran sensaciones como agresivos inyectables. Estoy seguro de que recién ahí aparece una primera idea en nuestro cerebro: ¡Me muero!

Quien nos rescata nos produce la alegría de quien ya se siente definitivamente perdido.

Las precarias ideas que surjan en esos primeros días trágicos, son las que determinan qué significa “ser amado” para mí. Con esos datos, más tarde construiré la idea del verbo «amar» y más tarde aún, empezaré a darme cuenta que otros también necesitan ser rescatados por mi y es así cuando empiezo a crear, por ensayo y error (por tanteo), cómo es que el otro se siente rescatado por mí.

La acción de amar no es voluntaria. Somos amados porque de lo contario morimos y eso activa instintos incontenibles en los padres y cuando ya estamos en condiciones de ser nosotros los rescatadores (amar al otro), nos exigirán que hagamos ciertas cosas para que nuestros amados queden conformes con nuestro rescate. Si no logramos su conformidad, seguramente nos lo harán saber de alguna manera: amándonos menos, castigándonos con sentimientos negativos o lo que es aún peor, con la indiferencia.

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lunes, 6 de octubre de 2008

Psicoanálisis con anestesia

Nunca tuve miedo a la atención odontológica porque acostumbro pedir que me anestesien cada vez que abro la boca ante un dentista.

Este gran invento (la anestesia) es un liberador momentáneo de nuestra esclavitud ante el dolor. Este cruel y despótico tirano se distrae gracias a tan maravillosa medicina.

Algunas personas no aprovechan los beneficios del psicoanálisis precisamente porque en estos tratamientos no se utiliza ningún tipo de calmante. Los comprendo porque si no fuera porque la odontología lo utiliza yo sería un desdentado.

¿Por qué algunas personas logran beneficiarse del psicoanálisis? ¿Porque son más resistentes a la angustia? No; no es por eso. Es porque este arte científico sabe hacer las cosas para que no duelan.

La idea es ésta: El psicoanalista sabe cómo el analizante aliviaría la pena que lo trajo al consultorio, pero en lugar de decírselo con irresponsable brusquedad, sólo lo orienta para que acceda al objetivo a la velocidad que prefiera y haciendo el recorrido que entienda más conveniente.

El analizante se cura solo. El analista le asegura llegar al objetivo en menos tiempo porque dos cabezas piensan más que una, sobre todo teniendo en cuenta que la cabeza del analista se dedica sólo a eso mientras que el analizante atiende su salud y simultáneamente sigue resolviendo sus asuntos cotidianos.

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domingo, 5 de octubre de 2008

Al rescate de un pulmón

Cuando estaba a punto de divorciarme porque mi amada esposa me tenía harto, el amigo de un amigo (que resultó ser psicólogo), salvó mi matrimonio.

Desde que nos casamos con Florencia había puesto los puntos sobre las íes con el tema “fútbol”. Si a mi me impiden ir a la cancha, viajar junto con mi cuadro o no participar de los festejos, es como si me quitaran un pulmón.

Ella es una excelente mujer, gran compañera, maravillosa madre y capaz de cocinar los tucos más espectaculares que alguien pueda cocinar, pero tiene eso: cuando vuelvo de la cancha los domingos está siempre con un carácter insoportable, tenemos disputas muy feas porque justamente ella «intenta quitarme un pulmón» y yo me defiendo en proporción a su ataque.

La decisión de divorciarme era para mí algo muy penoso que lo estaba postergando mes tras mes porque además de todo debo confesar que la quiero. Pero su amenaza de extirparme el fútbol me supera.

Este amigo de un amigo me dijo que probablemente el problema de Florencia es que los domingos de tarde se deprime como tantas personas (parece ser que el domingo de tarde y el lunes todo el día, son horribles) y que yo podría colaborar con ella (e indirectamente conmigo, salvando mi matrimonio y mi pulmón) consiguiéndole algo para que ella no se aburriera los domingos de tarde.

Como todo en la vida depende de uno pero además de la suerte, me acordé que otro fanático enfermo como yo tenía un problema similar con su esposa y propiciamos un encuentro entre ambas. Él hizo una carne asada en la parrilla que tiene en la azotea, las mujeres se conocieron, gracias a Dios y a la Virgen Santísima se hicieron amigas y ahora se encuentran los domingos de tarde para pasear, ir al cine, tomar el té en alguna confitería o visitar familiares.

Felizmente ahora puedo respirar aliviado. Con los dos pulmones.

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sábado, 4 de octubre de 2008

La historia se re-re-repite

La mujer que disfruta teniendo varios hijos sabe y acepta de buen grado que tiene que padecer algunas molestias durante el embarazo, el parto y luego en la crianza.

El hombre que disfruta jugando al fútbol sabe y acepta de buen grado que tiene que padecer algunos dolores, lastimaduras y a veces accidentes más graves (luxaciones, esguinces, hematomas).

Tenemos asociados entonces el dolor con el placer. En ciertas circunstancias el dolor puede ser placentero. El sentido común indica que el dolor está en el otro extremo del placer, sin embargo acabamos de ver ejemplos en los que son vecinos.

Podemos ahora agregar un poco más de complejidad para decir que a veces no es tan evidente esta vecindad entre dolor y placer (como en el caso de la mujer que difruta teniendo muchos hijos o del futbolista amateur que deja todo en la cancha).

Solemos no darnos cuenta de que somos grandes consumidores de afecto. Necesitamos ser amados, reconocidos, admirados y para lograrlo repetimos fórmulas que alguna vez nos dieron resultado pero que hoy ya no tienen nada de placenteras (Por ejemplo fuimos adulones, confidentes, sumisos, abrumadoramente cariñosos).

En general, cuando una y otra vez somos víctimas de ciertas actitudes ajenas que se repiten (traición, infidelidad, descalificación, ofensa, explotación, etc.), no podemos descartar la hipótesis de que el dolor que nos provocan esas reiteradas experiencias esté asociado a algún placer vinculado a la necesidad de afecto que siempre tuvimos. Por este extraño placer es que la historia se repite dolorosamente.

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viernes, 3 de octubre de 2008

Fobia cibernética

La sexualidad padecía de algunos inconvenientes que felizmente están siendo superados gracias a Internet.

Para gran cantidad de personas el contacto físico es tan estimulante que se vuelve temible. Gusta demasiado y recordemos que el deseo es una fuerza extraña que nos gobierna, guiándonos hacia lugares y situaciones que pueden terminar mal (embarazos, compromisos afectivos, enfermedades, desengaños).

Para solucionar todos estos inconvenientes, el ser humano inventó la fobia. Esta actitud mental (generalmente catalogada de patología por las inhibiciones que provoca) permite al sujeto tomar distancia prudente de aquellas cosas que le producen un descontrol por exceso de estímulo.

Uno de los más conocidos —la fobia a los pequeños animales—, teatraliza el miedo al descontrolador deseo de ser penetrados por un pene. La fobia al encierro nos permite tener una reacción desproporcionada ante nuestro propio deseo de ser acorralados y devorados por alguien que nos quiere en exceso.

Como complemento de la fobia que nos pone a salvo de los peligros del deseo, ahora podemos disfrutar del ciber-sexo con el cual logramos llevar nuestras fantasías eróticas hasta cualquier altura, sin poner en riesgo el cuerpo, los afectos y con la beatífica irresponsabilidad del anonimato.

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jueves, 2 de octubre de 2008

«¡Está para comérselo/a!»

El ser humano pasa por diferentes etapas en su vida (niñez, adolescencia, adultez, vejez) pero las etapas pasadas no desaparecen totalmente. Todos tenemos algo de niño o de adolescente.

Naturalmente que conservamos aquellas particularidades más útiles o gratificantes. Por ejemplo, nos gusta recibir regalos como un niño pero preferimos olvidar que perdimos todos los dientes de leche (por más generoso que haya sido el Ratón Pérez con nosotros...).

El aparato digestivo se desarrolla tempranamente y el comer es una función que ocupa casi todas nuestras preocupaciones infantiles. Con ese aparato y función logramos transformar los alimentos en parte de nuestro cuerpo. Lo que eran moléculas de vaca o de gallina, se convierten en moléculas de María o de José.

Cuando llegamos a la adolescencia hacemos algo parecido con nuestra psiquis porque ahora ella también está más desarrollada. Comprender, estudiar, averiguar, informarnos, pensar, memorizar, son actividades muy semejantes al ingerir, degustar, masticar, digerir e incorporar a nuestro cuerpo.

Por ejemplo, cuando nuestros primeros amores nos generan un malestar (inseguridad, celos, frustraciones, etc.), podemos tratar de aliviarnos aplicando un método digestivo. Para ello tratamos de saber más de él, de entenderlo, de preguntarle, de averiguar con otras personas. Tenemos la esperanza de incorporarlo para que en lo sucesivo se lleve tan bien con nosotros como si fuera parte nuestra.

Cabe agregar que este procedimiento logra resultados muy escasos o nulos. A veces también es contraproducente, pero no se renuncia a él (al procedimiento) hasta no tener otro mejor.

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miércoles, 1 de octubre de 2008

Somos el fiel reflejo de mamá

El inventor de la heladera reprodujo algo que ya existía en la naturaleza en los casquetes polares del planeta.

El inventor del ventilador reprodujo la brisa que nos refresca.

El inventor del espejo también copió algo que ya existía en los charcos de agua.

Pero estos tres ejemplos son muy diferentes entre sí. O, mejor dicho, el tercero es muy distinto a los otros dos.

Según observaciones muy confiables, cuando el bebito está tomando la teta de su mamá y ambos se miran, es un momento sublime para los dos pero para él es además el comienzo de algo que determinará su existencia hasta el último día. Es el cimiento de su psiquis.

Todo hace pensar que él se está viendo a sí mismo en la mirada de su mamá. Esas «observaciones muy confiables» indican que cuando ambos se miran, ella ve a su hijito pero él se ve a sí mismo (recuerden que en esa etapa inicial percibe el entorno como formando parte de su cuerpo).

Cuando en el futuro se haya desarrollado su capacidad de percibir el entorno en sus diferentes partes e individuos separados de su cuerpo, su imagen en el espejo no será otra cosa que una nueva versión de lo que primero vio en los ojos de su mamá.

La situación en la cual el recién nacido asocia el alimento, con el calor, la protección, el bienestar y la mirada de la mamá, conforma el eje de la psiquis, que se recuerda cuando nos miramos en el espejo. Por eso éste es un invento tan trascendente aunque fue copiado de un charco de agua.

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